jueves, 15 de julio de 2010

Te Quiero, Te Quiero

—Quizá es que no me quieres.

—Te quiero.

— ¿Cómo lo sabes?

—No lo sé. Lo siento. Lo noto.

— ¿Cómo puedes estar seguro de que lo que notas es que me quieres y no otra cosa?

—Te quiero porque eres diferente de todas las mujeres que he conocido en mi vida. Te quiero como nunca he querido a nadie, y como nunca podré querer. Te quiero más que a mí mismo. Por ti daría la vida, me dejaría despellejar vivo, permitiría que jugasen con mis ojos como si fuesen canicas. Que me tirasen a un mar de salfumán. Te quiero. Quiero cada pliegue de tu cuerpo. Me basta mirarte a los ojos para ser feliz. En tus pupilas me veo yo, pequeñito.

Ella mueve la cabeza, inquieta.

— ¿Lo dices de verdad? Oh, Raúl, si supiese que me quieres de veras, que te puedo creer, que no te engañas sin saberlo y por lo tanto me engañas a mí... ¿De verdad me quieres?

— Sí. Te quiero como nadie ha sido capaz de querer nunca. Te querría aunque me rechazaras, aunque no quisieras ni verme. Te querría en silencio, a escondidas. Esperaría que salieses del trabajo nada más que para verte de lejos. ¿Cómo es posible que dudes de que te quiera?

— ¿Cómo quieres que no dude? ¿Qué prueba real tengo de que me quieres? Sí, tú dices que me quieres. Pero son palabras, y las palabras son convenciones. Yo sé que a ti te quiero mucho. Pero ¿cómo puedo tener la certeza de que tú me quieres a mí?

—Mirándome a los ojos. ¿No eres capaz de leer en ellos que te quiero de verdad? Mírame a los ojos. ¿Crees que podría engañarte? Me decepcionas.

— ¿Te decepciono? No será mucho lo que me quieres si te decepcionas por tan poco. ¿Y todavía me preguntas por qué dudo de tu amor?

El hombre la mira a los ojos y le coge las manos.

—Te quiero. ¿Me oyes bien? Te quiero.

—Oh, «te quiero», «te quiero»... Es muy fácil decir «te quiero».

— ¿Qué quieres que haga? ¿Que me mate para demostrártelo?

—No seas melodramático. No me gusta nada ese tono. Pierdes la paciencia enseguida. Si me quisieras de verdad no la perderías tan fácilmente.

—Yo no pierdo nada. Sólo te pregunto una cosa: ¿qué te demostraría que te quiero?

—No soy yo la que tiene que decirlo. Tiene que salir de ti. Las cosas no son tan fáciles como parecen. — Hace una pausa. Contempla a Raúl y suspira

—. A lo mejor tendría que creerte.

— ¡Pues claro que tienes que creerme!

—Pero ¿por qué? ¿Qué me asegura que no me engañas o, incluso, que tú mismo estás convencido de que me quieres pero en el fondo, sin tú saberlo, no me quieres de verdad? Bien puede ser que te equivoques. No creo que vayas con mala fe. Creo que cuando dices que me quieres es porque lo crees. Pero ¿y si te equivocas? ¿Y si lo que sientes por mí no es amor sino afecto, o algo parecido? ¿Cómo sabes que es amor de verdad?

—Me aturdes.

—Perdona.

—Yo lo único que sé es que te quiero y tú me desconciertas con tus preguntas. Me hartas.

—Quizá es que no me quieres.


__Si te quiero, Lo que pasa es que me matan tus dudas.

En este momento yo estaba al borde de un ataque de locura, sin embargo respire profundamente, volví mis ojos sobre ella y le dije:

__ Te quiero, te quiero, ¡te quiero!

En ese momento ella clavo su mirada en mis ojos y me dijo lentamente:

__ Es que tu profesión, eso de ser actor porno, mi amor, es duro para mi,

__ Yo se que es difícil para ti, pero tu me conociste sabiendo lo que soy. Me gano la vida así.


__ Si, pero amor, que estés en brazos de tantas mujeres, lo soporto a duras penas.

__ Pero amor, sabes que es mi forma de ganarme la vida, la única persona a la que amo es a ti, estoy con muchas mujeres pero con ellas es sólo trabajo, te lo puedo asegurar! contigo amor es la plenitud, es el sentirme vivo y afortunado de quererte y que tu me quieras.

__ Tú sabes que todas las parejas de mis compañeros son actrices porno, pero el único que tiene una pareja fuera de nuestro gremio soy yo y realmente me siento orgulloso de ti. Le miro a los ojos y le pregunto:

__ ¿Aun dudas de mí?

__ Amor es tan difícil…

__Te voy a contar un secreto, algo que sólo puedo contarte a ti, que eres la única persona en la que confío: Estoy tan profundamente enamorado de ti, que ahora tengo que pensar que estoy haciendo el amor contigo, sino seria imposible hacer mi trabajo, ¿tú puedes comprenderme?

__ Si, lo puedo entender.

__ AH! Lo puedes entender!.

Por fin me siento algo aliviado y le digo__: Mi amor yo haría por ti lo que fuera, todo__ y ella me responde:

__Mi amor yo también tengo que contarte un secreto, a pesar que se que tu no quieres hijos, lamento decirte que estoy embarazada.

__ ¿Cómo, embarazada? pero si hemos puesto todos los medios para que no ocurriera eso.

Yo respiro profundamente tratando de asimilar lo que escucho, mi rostro palidece.

Ella me pregunta __: ¿Te sientes bien?

Yo no respondo y ella añade:

__ Por favor dime algo.

__Que quieres que te diga, estoy muy sorprendido, déjame, asimilarlo.

__Lo ves como no me quieres.

Y yo le contesto:

__Si te quiero a ti y a ese hijo mío que llevas en tu vientre!


__ Yo puedo entenderte a ti y más cuando me dices que en las escenas de sexo tienes que pensar en mí, te diré que te comprendo perfectamente. Cuando te fuiste de viaje esos veinte días que estuviste en Rusia, ¿te acuerdas?

__ Por supuesto que lo recuerdo.

__ Pues bien, en casa apareció Juan de la producción, vino a traerte los premios que ganaste en el Festival de Cine Erótico de Berlín, y entonces él me comentó que esa película era muy buena! Él me pregunto si la había visto y yo le dije que no; a lo que me dijo que llevaba una copia encima y si quería la podía ver.

Yo me quedo sorprendido y no doy crédito a lo que escucho, pues hasta ahora, ella nunca había querido verme actuar.


_A mi me hacia ilusión verte, por que hacia diez días que no te veía. Pusimos la película en el DVD, tomándonos una copa y mientras la veíamos me fui excitando, sabes que nunca había visto una película tuya, pero viéndote desnudo no pude parar mi excitación y no se como caí en brazos de Juan, no se como pasó, pero mi amor, a los cinco minutos estaba desnuda en brazos de él, yo imaginaba que eras tu, por eso se que cuando tu haces el amor piensas en mi.


Yo me quede de piedra, anonadado.

__ Amor el hijo que llevo en mi vientre es de Juan… ¿Me sigues queriendo?

No podía pronunciar palabra. Voy al armario, cojo mi maleta de viaje y cuando estoy en la puerta ella me dice:

__Lo ves, eran sólo palabras.

Manuel *

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